Publicado en Literatura

Ángel de gloria

¡Hola de nuevo mis queridos lectores! Retomamos esta semana las reseñas literarias y lo hacemos de la mano de Johanna Lindsey. El libro que nos atañe hoy se titula Ángel de gloria y tiene bastante contenido para comentar, aunque no sea del todo positivo.

Sinopsis

Angela Sherrington era una niña cuando se enamoró de Bradford Maitland, el heredero de la mansión Golden Oaks. La diferencia social entre ambos hacía que sus sentimientos fueran solo platónicos. Pero todo cambia cuando la joven es acogida por el padre de Bradford, provocando un reencuentro cargado de nuevas posibilidades. El amor ahora es mutuo y aunque han jurado no separarse el uno del otro, viejos secretos amenazan su futuro como pareja.

Opinión personal

Oda a los celos….. Glorificación a las relaciones ponzoñosas. Maltrato psicológico camuflado bajo el velo del amor profundo y pasional. En resumen….Aun sigo en búsqueda y captura de una novela de esta autora que me atrape de verdad, que me conmueva y me haga flotar en esa nube de fantasía romántica que tanto anhelamos en estas obras. Y lo que realmente me apena es que es una gran escritora, tiene una capacidad para crear ambientes y dominar la narrativa muy admirable, pero el concepto que tenía ella de plasmación del amor yo no la comparto.

El libro atrapa desde la primera página. La autora va dando saltos cronológicos que ayudan al lector a entender y empatizar con la protagonista en lo que se refiere al desarrollo de sus sentimientos hacia Bradford. Todo ocurre despacio teniendo como fondo un escenario muy particular, la guerra entre el Norte y el Sur de EEUU. Los sentimientos de Angela crecen según va avanzando dicha contienda, creando así un peso argumental mucho más razonable que otras novelas de este género. Voy a explicar esto de una forma más clara.

Si sois asiduos a leer novelas de amor, estén ambientadas en la época que sea, la relación entre ambos surge de la noche a la mañana, o por el contrario, uno de los personajes dice estar enamorado del otro desde hace años pero no aporta datos sobre el origen de estos sentimientos, por lo tanto, lo único que podemos hacer nosotros es creer en su palabra pero sin poder empatizar mucho con ella. Aquí es distinto porque realmente vemos a Angela crecer, vivimos con ella sus peores momentos de infancia y nos alegramos cuando se encuentra con Bradford por causalidad, sabiendo que ella está perdidamente enamorada de él. Pero la guerra los separa y la esperada conexión entre ambos se hace de rogar. Todo se mantiene en vilo.

Llegamos a la parte negativa. Tras años sin verse por fin la joven puede hablar con él . Bradford no solo no se acuerda de ella (cosa normal porque era una cría) sino que la confunde con una prostituta. Esta autora recurre mucho a esta escena en sus novelas, no entiendo porqué. Siempre he sido realista y comprendo que las diferencias culturales y sociales de hace doscientos años fomentaban un comportamiento tóxico entre hombres y mujeres, es lo que ocurría entonces y se aceptaba como tal. No podemos juzgar el pasado con el prisma de la actualidad, pero una cosa es documentación histórica y otra es la representación del amor a través del abuso y los celos. Por muy enamorada que estuviese ella y muy borracho él, esa relación estaba condenada al fracaso en el primer momento que se reencontraron.

Secuestros, insultos, engaños….un largo etcétera. Todo por parte de un hombre que no se acordaba de ti hasta hace dos días. Que lo camufle con el argumento de «lo hago por amor» no lo hace romántico ni deseable. Entiendo que este tipo de historias pasen en la vida real y no pasa nada por plasmarlas en papel, pero hay que tener cuidado con la idea que se da al público. Por muy bien que acaben los protagonistas en la novela eso no los hace la pareja ideal. No podemos tener a esta clase de obras literarias como referente a seguir en nuestras vidas.

En resumen, no me ha convencido pero valoro su calidad como autora. Espero que la próxima reseña sea algo más atrayente.

Publicado en Literatura

Amar una sola vez

Hola de nuevo. Hoy vengo a mostraros una pequeña reflexión sobre el amor tóxico a través de la reseña de Amar es para siempre de Johanna Lindsey.

Sinopsis

Regina Ashton ha sido criada por sus cuatro tíos desde que perdió a sus padres a muy tierna edad. Para ellos ningún hombre es digno de su sobrina por lo que postergan una y otra vez su casamiento, pero todo se vuelve del revés cuando el libertino Nicholas Eden secuestra por error a Regina, teniendo que proteger su reputación a través del matrimonio.

Opinión personal

Cuando hablamos de literatura romántica automáticamente se nos viene a la mente el nombre de Johanna Lindsey. Desde los años 70 ha sido una de las autoras más vendidas de este género y su público principal le ha sido fiel hasta su reciente fallecimiento en 2019. Desde muy pequeña he visto sus colecciones en las estanterías de mi madre, es como si, de una forma u otra, la venta de libros de este género hace 20 años sólo se centrase en esta autora. Alabo su carrera y su estilo pero, a mi modo de ver, nunca he conseguido enamorarme de sus historias. Tras leer a Julie Garwood o Kathleen Woodiwiss veo una carencia en las novelas de Lindsey.

No me malinterpretéis, seguro que hay alguna obra que sea maravillosa, pero aun no la he encontrado. Creo que mi problema es que ella se centra únicamente en las relación de los protagonistas, nada más. Lo que me gusta de las obras de amor histórico, es precisamente el entrelazamiento del amor con el contexto histórico que se nos presenta, valga la redundancia. Yo quiero leer más de la situación política y cultural del escenario que envuelve la trama, y los inconvenientes que ésta provoca a la relación de los protagonistas, Amar es para siempre se enfoca en Regina y Ashton, lo demás es completamente secundario.

Hay cosas que me gusta, por ejemplo el carácter de la protagonista….en la primera parte del libro. Ella es fuerte, decidida y posee un sentido del humor ingenioso. ¿Dónde empeora? Cuando se prometen. Aquí tengo que hacer un inciso porque no se puede culpar a la autora por el uso de esté cliché literario que voy a mencionar, de hecho Woodiwiss también pecó de lo mismo en su obra La llama y la flor. Existe el mal hábito de excusar el abuso y el mal genio del hombre a través del argumento del «trauma infantil». Cuando Regina se compromete con Nicholas, éste le hace la vida imposible porque, según él, ella se merece algo mejor, pero como él no la puede dejar, opta por hacer que ella sea la que tome el paso. Os puedo asegurar que la razón por la que tiene ese trauma, es completamente absurda a nivel narrativo. Entonces…. ¿Ellos se separan para siempre? ¡No! Porque cuando él recapacita, ella se vuelve sumisa y lo perdona.

Entiendo que en los años 70 y 80 fuese normal crear este tipo de arquetipo masculino, pero me parece curioso que a día de hoy podamos seguir viendo este tipo de amor tóxicos en la literatura. Hay cosas que no se pueden romantizar.

Hasta aquí mi reseña de hoy, volveré pronto con los estrenos literarios del mes. Muchas gracias y…. ¡Nos vemos en la próxima!