
Quizás cuando el lector piensa en Sleepy Hollow automáticamente se le viene a la mente la imagen de Jonhy Depp en la película de Tim Burton, no es de extrañar, a mí también me pasa. Hemos asociado la historia a una imagen, pero el origen se aleja de Hollywood.
La historia del Jinete sin cabeza fue la obra cumbre del autor estadounidense Washington Irving. Oriundo de Nueva York, lugar donde empezó y acabó su vida, pero su carrera estuvo influenciada por largas estancias en el extranjero. Podemos ver eso en cada relato. Autor del romanticismo como lo fue Shelley o nuestro Gustavo Adolfo Bécquer, siempre inspirado por el amor, los espíritus y el miedo.
Podría perderme hablando del contexto sociopolítico que marcó su juventud allá por principios del siglo XIX, pero quiero hacer un salto temporal hacia su estadía en España. Y es que el presidente John Tyler lo nombró embajador de los Estados Unidos en España en 1842, lugar que él ya conocía de antemano. Sin embargo, estamos hablando de una época complicada para el reino de Isabel II, que por aquel momento solo tenía 12 años. Digamos que dichas dificultades no le dejaron mucho tiempo para escribir. Pero lo que no sabe mucha gente es que hubo una época dónde sí escribió sobre España, en un viaje previo a Andalucía.
En el siglo XIX era muy común en los autores anglosajones y franceses recorrieran la serranía de Ronda y Granada, de estos viajes surgían numerosas historias que pasaron al papel. Irving escribió en1929 una antología de cuentos al que puso de título La Alhambra: conjunto de cuentos y bosquejos sobre moros y españoles, de ahí destacó el relato «Leyenda del soldado encantado» donde ponía en manifiesto su propio enamoramiento por Andalucía, sus gentes (concretamente las mujeres) y sobre todo por la mágica ciudad de Granada.
Tras esta aventura personal se trasladó a Sevilla donde vivió una temporada estudiando los Lugares Colombinos que tanto le apasionaban, pero nunca dejó de visitar lugares cercanos a la ciudad.
En el año 2000 la Junta de Andalucía creó una ruta de Sevilla-Granada en honor al autor norteamericano. En el 2016 se añadió otra ruta para visitar los lugares Colombinos de Huelva que el visitó en 1828.
A día de hoy podemos ver una estatua suya en el Bosque de la Alhambra.
