
Hoy os compartiré dos términos que me han ayudado mucho en estos años para mejorar como escritora. En mi opinión, enfrentarse a un papel en blanco cuando tu sueño es ser escritor es uno de los mayores dilemas que se te presentan. Puedes estar muy convencido de tu idea, de la historia que quieres plasmar, pero cuando llegas a determinado punto «puf», todo empieza a derrumbarse, no encuentras la lógica de tu mundo literario, hay lagunas argumentales, no sabes qué escena viene a continuación y al final, optas por abandonar la misión.
Porque realmente es eso, una misión. Como escritor tienes un objetivo a cumplir, pero muchas veces tendemos a subestimar la complejidad de la creación literaria, y no solo hablo de escribir novelas, también se puede aplicar a la elaboración de un guión o un «simple» post. Si fuera fácil todo el mundo se pondría manos a la obra en este campo, pero no es el caso.
A mi modo de ver, para afrontar este reto primero tienes que definirte a ti mismo y establecer un método de trabajo que te beneficie como escritor. No puedes saltar al campo de batalla sin un plan previo. Es aquí donde viene el primer concepto que más me ha ayudado a mí como creadora de contenido. ¿Eres escritor de brújula o de mapa?
¿Qué te resultaría más útil?
Imaginemos que quieres escribir una novela de fantasía, lo recomendado es crear el mundo desde cero a través de un «mapa» por donde irás paso a paso creando tu mundo literario. Este mapa no es siempre el mismo para cada autor, hay quienes simplemente requieren un esquema con premisas básicas (argumento, personajes, división por capítulos, etc…) mientras que otros requieren una organización minuciosa de cada escena, cada personaje e incluso la previsión de varios finales. Todo depende de las necesidades de cada uno y del tiempo que quiera emplear en dicha fase de planificación.
Por contraposición tenemos a los autores que no necesitan mapa y se adentran de lleno guiándose con solo una brújula. Poseen la seguridad suficiente como para ir creando sobre la marcha. Normalmente esta clase de escritor suele ser el que se impulsa cuando «la inspiración le llega» al sentarse frente al ordenador. Los hay a miles y personalmente creo que tiene mucho mérito. ¿Cuál es el problema que se les suele atribuir? Que este método es más útil para escritores experimentados. A pesar de eso muchos autores noveles se definen como escritores de brújula, en primer lugar porque se sienten motivados por la idea argumental que tienen en mente y no quieren pararse a organizar un mapa, y en segundo porque creen que si lo planean demasiado la idea perderá fuerza.
Aun así, en cierto modo todos somos escritores de mapa, pues lo plasmes o no a la hora de escribir ya has planeado una historia en tu mente con su «inicio, nudo y desenlace». Pero no quiero que penséis que un método es mejor que otro. Hay que probar, solo a base de prueba y error se conseguirá saber qué tipo de escritor eres.
¿Y ustedes? ¿Con cuál os definís?
Espero que os haya servido. ¡Nos vemos en la próxima!