
«Vengaré todas las injurias que se me hagan, y si no puedo inspirar amor, inspiraré terror»
Bienvenidos unas vez más mis queridos lectores. Hoy os traigo la que se ha convertido en una de mis novelas de terror predilectas, Frankenstein de Mary W. Shelley.
Sinopsis
Victor Frankenstein es un joven de familia adinerada que se obsesiona con la idea de crear vida a través de materia muerta. Su corazón apasionado y su mente privilegiada le llevan a una investigación de tal magnitud que se escapa del entendimiento humano. Solo se percatará de su error cuando se vea frente a frente con una enorme criatura compuesta por trozos de cadáveres.
Opinión personal
Hace unos años pasé por frente a un puesto de libros de segunda mano. Allí encontré una edición de Frankenstein por tan solo 1.50€, claramente me la llevé a casa. El tiempo pasó, y por mucho que me apeteciese leerlo no encontré el momento perfecto, hasta ahora. Reconocida como la impulsora de la novela gótica, esta obra marca un antes y un después en la literatura de ciencia ficción. Surgió como un reto que Lord Byron propuso a la autora y a otro de sus amigos intelectuales de la época. Dicho juego consistía en que cada uno debía escribir un relato de terror. En el caso de Mary Shelley, su talento la llevó mucho más allá, creando no solo una de las mejores obras de la historia sino un icono literario que ha sido adaptado infinidad de veces.
Y es aquí donde entro de fondo en mi análisis, pues mi trabajo de fin de grado consistió en investigar a fondo el poder de las adaptaciones literarias en el cine, y fue entonces cuando me di cuenta lo mucho que puede modificarse una historia a lo largo del tiempo. Frankenstein es una de esas obras donde la mente colectiva ha impuesto unas creencias que son erróneas, todo a causa de la malformación que las adaptaciones han hecho de la historia original. Víctor Frankestein ni siquiera abre la novela, lo hace Robert Walton, un intrépido aventurero que encuentra a Víctor cuando su barco se queda encallado en el hielo, este le recoge y escucha la horripilante historia que lo ha llevado hasta allí. A partir de aquí vamos poco a poco descubriendo la vida de este joven, la adoración que siente por su familia, su amor incondicional hacia Elizabeth, su amistad con Clevard, y finalmente su obsesión con crear vida a través de la unión de diferentes partes humanas. Pero ustedes os preguntaréis: ¿Lo hace a través de un rayo y con la ayuda de un sirviente jorobado llamado Igor? Pues no. Nada de eso. De hecho a penas habla del proceso científico que lleva a cabo para crear al monstruo, solo se recrea en el sentimiento atroz que le produjo al verlo.
La novela es más una tragedia que una historia de terror. De hecho, el monstruo adquiere una cultura y una personalidad mucho más humanas que cualquier otro protagonista literario. Pero es la decadencia del propio Víctor, a través de su «complejo de Dios» al querer engendrar vida, lo que da lugar a un sinfín de desgracias. El monstruo se ve solo y maltratado, y ese sentimiento de desolación provoca en él la sed de venganza. Es increíblemente triste, Mary Shelley te muestra el lado dulce de cada uno de los personajes para que primero empatices y luego llores cuando todo va en declive. Sinceramente no me imaginé que la historia real fuera por este camino, no es nada parecido a lo que solemos ver en el cine, y en cierta manera me alegro porque consigues llegar a una especia de «catarsis» cuando lees la novela.
Creo que se ha convertido en uno de mis libros favoritos.
Espero que os haya gustado y os animéis a leerla. Gracias por estar una vez más aquí y….
¡Nos vemos en la próxima!