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Raise wa tanin ga li. Cuando el talento no es comercial.

Dejadme que hoy me ponga algo más intensa que de costumbre. Como fiel seguidora de la industria del manga/ anime, conozco de sobra los tópicos literarios que triunfan a nivel mundial y los que no. ¿Pero qué ocurre con el resto de obras que no alcanzan tal visibilidad? Pues que acaban pasando por nuestras narices sin recibir el crédito que merecen, únicamente por no seguir el criterio comercial que tan gustosamente consumimos sin miramientos.

Si tienes suerte e investigas por las profundidades de Internet, quizás, solo quizás, podrás encontrar un diamante en bruto. Eso es lo que me ha pasado a mí con esta obra de Konishi Asuka «Raise wa tanin ga li». Si buscas información sobre este manga vas a encontrar más bien poco. Si os digo la verdad, yo empecé a leer esta obra de forma «clandestina» ya que no existe una traducción oficial al español. Hay una página de Facebook que va actualizando las nuevas entregas traducidas. Os doy las gracias desde aquí.

La razón por la que me parece necesario recomendar este manga es por dar reconocimiento al talento «no comercial». Antes de especificar los detalles que me parecen memorables, os voy a resumir la sinopsis (qué menos).

El manga habla de Yoshino, la joven nieta de un yakuza. Un día su abuelo le comunica que está comprometida con el nieto de uno de sus aliados. Miyama Kirishima, es un joven con tendencias algo sádicas que trabaja mano a mano con el grupo criminal de su familia. Aunque al principio rechaza casarse con ella porque la considera «débil», cambiará de opinión cuando Yoshino demuestra ser la única mujer capaz de dominarlo por completo. ¿Querrá ella casarse con él?

Hablemos primero del trazo de la autora. No sé vosotros, pero jamás he visto un diseño de personajes similar a este. Al principio me resultaba raro, pero al poco tiempo fui capaz de reconocer la meticulosidad empleada para dibujar los detalles. Ella se esmera mucho a la hora de dibujar las sombras. No se recrea tanto en la complejidad de las caras como en el conjunto de la escena en sí. Tiene cierto toque a novela negra que gusta mucho, pero dándole mucha vida al movimiento. Su estilo resulta elegante a la vista.

Y ahora hablemos de lo mejor de esta obra. Los personajes. Japón destaca por usar siempre al mismo tipo de protagonista. Si es chica, es torpe, tonta, pero de gran corazón y luego resulta que es la heroína más fuerte del universo sin apenas entrenamiento. Si es chico, quizás encontramos más variedad, pero básicamente, o es el típico hombre solitario, o el chico friki, pero carismático (quitando claramente ciertas excepciones). No me parece mal el uso reiterado de arquetipos cuya repercusión a nivel global sea bien recibida. Yo soy la primera que los disfruta, pero cuando alguien es capaz de salirse del molde establecido y hace algo digno de ser comercializado, oye, menuda demostración de talento. Yoshino encaja perfectamente en este análisis, ella es guapa, pero no popular, y demuestra a veces ser incluso más sádica que el propio Kirishima. Ese rasgo suyo, de mujer dura que no necesita a nadie para sobrevivir es lo que atrae a todo el mundo hacia ella. Aquí la autora tira de un cliché literario muy común, porque añade un triángulo amoroso, pero la gracia es que Yoshino ni se da cuenta del interés que provoca.

Toda esta «simpleza» la añadimos a un contexto de violencia. Recordemos de que todo gira entorno a los pactos entre la mafia japonesa, por lo que vamos a ver mucha sangre y mucha escena sexual, no muy explicita, pero lo suficiente como para considerar este manga un «seinen».

Sinceramente hacía tiempo que no encontraba una serialización que me provocase tanta expectación con cada nueva entrega. Así que si no sabéis a qué engancharos, aquí tenéis mi recomendación de este mes.

Un saludo y…

¡Hasta la próxima!