
¡Hola de nuevo! Hoy os traigo un libro que creía que no me iba a gustar. Sin duda alguna fui víctima de mis propios prejuicios, ya que me ha durado dos días. Hablo ni más ni menos que de Una corte de rosas y espinas de Sarah J Mass.
Sinopsis
Feyre siente la obligación de proteger a su familia. Para evitar morir de hambre se adentra en el bosque prohibido a la espera de alguna presa. Para su sorpresa acaba matando a un lobo de dimensiones considerables, pero no le saldrá gratis. En un mundo donde humanos e Inmortales deben vivir separados por un muro, hay ciertas normas, y una vida siempre debe pagarse con otra. Es así como acaba prisionera de un «Alto Fae» llamado Tamlin, y cómo sus sentimientos hacia él harán que esté dispuesta a sacrificarse a sí misma.
Opinión personal
Siempre digo que la literatura juvenil actual no es para mí. Aquí va mi consejo de hoy, no os neguéis nunca a probar cosas nuevas. Sarah J Mass es una autora que he visto mil y una veces en las recomendaciones de mi cuenta de Instagram. Hace tiempo que tenía pendiente sus obras, pero nunca me animaba porque todas pertenecen a sagas juveniles. Fue en estas navidades cuando me regalaron Una corte de rosas y espinas.
Tras leer las primeras páginas pensé que el libro era muy duro y explícito en cuanto al trato que recibe la protagonista. Incluso llegué a sentir cierto recelo con Feyre, no se defendía y se dejaba pisotear demasiado. La ambientación me parecía maravillosa, con muy poco la autora te introduce en esa sociedad, no sé si medieval, dónde lo importante es el dinero y el estatus de tu apellido. Se parecía un poco a los libros de amor histórico que tanto he leído, lo único diferente es que en lugar de escoceses hay «Elfos», o como los llama la autora, «Altos Fae o Inmortales».
Tras el conflicto inicial, que lleva a la protagonista a ser «prisionera» de Tamlin. Todo se lee rapidísimo. A pesar de su componente romántico, que es clave, toda la mitad del libro sirve para presentar al lector todo sobre los seres fantásticos y la magia que existe en ese mundo ficticio. La joven no parará de sentirse amenazada de muerte, y encontrará más de un enemigo por el camino. Por su parte descubrirá quién es su raptor, y el porqué de su fuerza. No hay ninguna laguna argumental visible en la novela. Todo está pensado al milímetro y se agradece.
La evolución de la protagonista es inminente. Tampoco es algo que sorprenda sinceramente. Feyre era fuerte desde el principio, pero era una persona sin sentimientos. Solo conocía el odio y la repulsión hacia los Inmortales, pero la convivencia con ellos hace que abra sus ojos y su corazón, sobre todo por uno en concreto que ya nos imaginamos quién es. Todo esta parte es bastante predecible, en especial cuando aparece un segundo hombre. No soy fan de los triángulos amorosos, mucho menos en las sagas. Esto quizá pecó un poco de cliché, pero reconozco que el final y la importancia de este «segundo chico»para la resolución del conflicto principal son especialmente maravillosos.
Y hablando del final. Gracias a la autora por ese misterio tan bien oculto a lo largo de la novela, por esa villana y su transfondo bien explicado y por esa cronología argumental «realista». Para llegar a su objetivo la protagonista pasa por un calvario que dura meses. No ocurre todo de la noche a la mañana, lo que provoca que tú, como lector, sufras durante ese período con ella.
Y bueno, eso ha sido todo. Tenía miedo de continuar la saga por miedo a que me decepcionase el resto, pero varias personas me han dicho que el segundo libro es incluso mejor que el primero, así que ya me veréis por aquí de vuelta.
Un saludo y nos vemos en la próxima.